lunes, 19 de marzo de 2012

Roma (Italia), marzo 2012

Castel Sant'Angelo, La favola di Amore e Psiche
El Campo de Marte y las bellísimas cúpulas de sus iglesias desde la terraza del Castel Sant'Angelo. Desde donde la cantante Floria Tosca se arrojaba al vacío, gritando "¡O Scarpia, avanti a Dio!", tras haber comprobado con horror que su amante el pintor Mario Cavaradossi, que acababa de cantar la emocionante aria "E lucevan le stelle, ed olezzaba la terra...Oh! dolci baci, o languide carezze...", había sido fusilado en efecto en la propia terraza y no de modo fingido, como ella misma había acordado con el barón Scarpia, jefe de la policía, a cambio de sus favores, momentos antes de haberlo apuñalado mortalmente en el pecho. Todo ello, claro es, en la ópera Tosca de Giaccomo Puccini, que se estrenaba en el Teatro Costanzi de Roma el día 14 de enero de 1900, con libreto de Luigi Illica y de Giuseppe Giacosa.


1954, Marlon Brando, conferenza stampa all'Hotel Nazionale,
piazza di Montecitorio

Foro romano, tempio di Saturno

Ettore Scola llevaba a cabo en esta maravillosa película de influencia neorrealista (Nos habíamos amado tanto, 1974, también presentada en español con el oportunista título de Una mujer y tres hombres) un recorrido nostálgico a través de treinta años de la reciente historia de Italia, de la mano de un relato entrañable de amistad y de compromiso político, de amor y de traición, que envuelve a sus protagonistas de modo inexorable con el celofán del paso del tiempo y la belleza de Stefania Sandrelli como argumentos. Buena ocasión pues, este viaje a Roma de que doy cuenta, para recordarlo en homenaje al mejor y más sensible cine italiano.