domingo, 22 de mayo de 2011

Isla Margarita, Venezuela (mayo 2011)

"[...] Los bergantines no fueron a tocar tierra en el mismo lugar de la isla Margarita porque la marea llevó el segundo a otra playa distante unas dos leguas. Era un día lunes por la tarde a 20 de julio de 1561 [...]"
Ramón J. Sender, La aventura equinoccial de Lope de Aguirre, 1964

Una novela maravillosa que he releído después de mi viaje a Isla Margarita, Estado de Nueva Esparta, el único insular de Venezuela, del que forman parte también las islas de Cubagua y Coche. Una antiepopeya grandiosa sobre la locura de lo imposible y el abandono de los visionarios a una suerte ya decidida por la tarumba equinoccial y la cólera de Dios [así tituló Werner Herzog en 1972 su confusa película sobre Lope de Aguirre y la búsqueda del Dorado]... "Un país sin invierno es un país engañoso, donde sólo puede vivir gente enemiga de Dios"..."Bebería desde la mañana hasta la noche, sólo por estar siempre flotando en esa niebla suavecita donde se acaban los pesamientos, los buenos y los malos, los angelicales y los cabrones [...]". Porque, que nadie se olvide de ello, "los peores sinsabores y angustias del hombre vienen de lo mismo: del no entender o del entender a medias". O, mejor aún, en boca de doña Inés de Atienza, la bellísima mestiza amante del gobernador don Pedro de Ursúa ["debe ser cansado quehacer para las mujeres ese de ser hermosas"], "me gustaría -decía en éxtasis- ser creyente religiosa y que hubiera infierno y condenarme por ti, amor mío".   
                                                                                                                                                                                                                                                                                        
Iván Mirabal, Carlos Palomeque, Óscar Hernández, Ana Mª Colmenares y Mario Pasco
Iguana Beach, Hotel Lagunamar
Iguana Beach, Hotel Lagunamar

Carlos Palomeque y Wilfredo Sanguinetti, Restaurante Rubén, Porlamar